Buena pinta

Hoy ha nacido un nuevo periódico económico: El Economista. Me he gastado el euro que cuesta y me he llevado una grata sorpresa. Tiene muy buena pinta. Estos son los pincipios fundacionales del mismo:

1.Libre iniciativa de los ciudadanos. Defensa de la misma.
2.Economía de mercado. Crítica de los organismos públicos y privados que supongan menoscabo de la libertad de mercado o de la libre competencia. Tendrán trabajo.
3.Empresas privadas. Como motores de la economía, dentro de la legalidad.
4.Igualdad de la mujer. No a la discriminación. Ni negativa ni positiva, añado yo.
5.Mercado de valores. Luchar por la transparencia y la credibilidad.
6.Política fiscal. Minimización de las cargas impositivas. Gestión eficaz del estado del bienestar. Yo añado: hay que plantearse los límites del mal llamado estado de bienestar. Porque, ¿TVE forma parte del Estado del Bienestar?
7.Buen gobierno de las empresas, tanto públicas como privadas.
8.Organizaciones sindicales. Modernización de los sindicatos y de las patronales. Amén.
9.Presiones e información. Manifiestan su disposición a no tolerar presiones. Ya veremos.
10.Libertad de expresión. O sea, independencia de criterio, rigor.

Huyen del papel salmón y hacen bien. Aunque sólo sea porque "Cinco Días" utiliza ese formato, la iniciativa es buena. El motivo esgrimido por El Economista es que los "salmones" tienen un contenido más técnico dirigido a especialistas. En el caso de Cinco Días es para partirse de la risa, pero vale. El Economista está dedicado al público en general. Sólo tiene dos hojas de mercados.
Los contenidos están bien escritos, se leen bien y tienen interés.
Les deseo suerte. La van a necesitar porque el gobierno está llevando al país al modelo venezolano.
No me resisto, utilizando los principios fundadores de El Economista, a exponer la "doctrina caraqueña" del gobierno:

1.Ahogar la Libre iniciativa de los ciudadanos.
2.Destruir la Economía de mercado. A por la planificación centralizada modelo Chávez.
3.Expolio o control de las Empresas Privadas.
4.Discriminación positiva (de boquilla claro). No a la Igualdad de la mujer.
5.Control y ocultación de información: minimizar la transparencia del Mercado de Valores. Paulatina sustitución por la planificación central.
6.Ahogar la libertad individual de los ciudadanos mediante la Política fiscal.
7.Evitar el Buen gobierno de las empresas en lo posible. Adaptar las leyes a nuestras necesidades (cambiantes, por supuesto).
8.Utilizar a las Organizaciones sindicales para intervenir en todos y cada uno de los aspectos de la economía.
9.Presiones e información. Presión sobre todos los medios de información para domesticarlos. Recurrir al chantaje si es preciso.
10.No existe algo llamado Libertad de expresión. Sólo tendrán libertad de expresión los que se expresen como desea el grupo PRISA (o su sucursal, el PSOE). El resto son unos fascistas, imperialistas y demás.

Lo dicho: ¡Buena suerte! Aplaudo la osadía.

Opiniones

Me han parecido interesantes.
Jon Juaristi
Daniel Schwammenthal
Los dos son judíos, uno de raza y el otro de religión.

La metamorfosis del lector

Hoy, el lector tenía un libro en las manos. Pero no leía. O no leía todo el tiempo. Estaba atento a le gente que pasaba por delante. Y les hablaba. Pero no se dirigía a ellos. Hablaba para sí mismo, pero en voz alta. Era ininiteligible lo que decía. Hoy es la primera vez que he pensado que quizá tiene algún tipo de demencia, que quizá esté loco. Pero su mirada no era de loco, su mirada era irónica. ¿A qué se dedicaba antes? Si es que se dedicaba a algo... Al fin y al cabo, siempre se ha dicho que los locos son las personas más inteligentes. El libro era "Alexandros" de Valerio Massimo Manfredi.
Me trae todo esto a la memoria un libro de Javier Marías: "Negra espalda del tiempo". En ese libro, un insoportable ejercicio de egolatría , Marías muestra interés por un escritor que devino vagabundo: John Gawsworth. El libro trata en teoría de las supuestas peripecias de Marías a raíz de la publicación de "Todas las almas". Un relato de supuestos espías y supuestos homosexuales, todos muy ingleses, ambientado en Oxford, donde Marías fue profesor de literatura española o de español. Creo que sucedió en el puesto a Vicente Molina Foix (vaya dos). La película de Gracia Querejeta, "El último viaje de Robert Rylands", parte de la novela de Marías. Digo parte porque la película no tiene mucho que ver con la trama del libro. Marías acabó demandando a los Querejeta, padre e hija, y creo recordar que ganó la demanda. "Todas las almas" es un buen libro. "Negra espalda del tiempo" no hay quien se lo trague: incluso se dedica además a ajustar muy rastreramente las cuentas con su ex-editor, Jorge Herralde y con la señora de éste. Y las historias del Reino de Redonda, de un interés dudoso, al menos para mí. Ahora está metido de lleno en el universo virtual de PRISA. "No se ha entendido mi libro, dijo Marías. Pero Javier Marías es un imbécil.

Una pequeña nota para los genios de la economía que han impartido clases magistrales de economía en este blog

1. Aumento del paro registrado en el INEM en enero: 68.566 personas. Aumenta por cuarto mes consecutivo.
2. IPC de enero: Aumento del 4.2%, el pero dato en 9 años.
3. Afiliaciones a la Seguridad Social: reducción de 32.341 personas.
4. El único dato positivo, un aumento del número de contratos de un 14.6% con respecto a enero de 2005. Eso sí, sólo el 10% eran indefinidos. Todavía recuerdo a un socialista que me dijo, cuando ganó ZP las elecciones: "Se acabaron los contratos basura". No recordaba que el que los trajo fue González.

Algunos compañeros...

Como lo prometí, cuelgo unas fotos de unos compañeros de trabajo, aunque no trabajan aquí en España.

Harpal y Andrea, británico de origen indio e italiano.

Rebecca (UK), Harpal, Ana Paula (Portugal), Grant (UK, el jefazo), Elena (Spain)

Rebecca y Patrick (Francia). Me reconocerán que Rebecca no parece Bridget Jones. Mi novia dice que es muy guapa.

La verdad es que no les he pedido permiso, pero son muy comprensivos. Hay más pero salgo yo y no me da la gana colgarlas. ¿Pasa?

El lector

Hoy el lector no leía: miraba, apoyada la espalda en la pared, fijamente, a un punto lejano. Era mediodía.